Complicado y aturdido

Arde Racing. Aproximadamente 50 hinchas, pertenencientes al sector característico de la Guardia Imperial, concurrieron a la práctica matutina de hoy con el fin de insultar a los jugadores y al cuerpo técnico, cansados de los malos resultados y la cercanía inminente de jugar la Promoción. Además, repartieron panfletos con amenazas y quemaron una bandera con el nombre del ex presidente Néstor Kirchner, por lo que el entrenador mandó a los futbolistas al vestuario y se suspendió el entrenamiento. El enojo sobre el presidente del PJ se basa en que, según la consideración de esta parte de la hinchada, no hizo lo suficiente para ayudar a la institución.

Luego de ese lamentable suceso, varios miembros de la barra, intentaron ingresar al club, situación que provocó que se detuvieran a once personas, según se informó desde la Comisaría 1ra. de Avellaneda. Algunas de las frases que contenían los volantes expresaban: "se acabó la paciencia. Si vamos a la Promoción, ustedes van al hospital" y "cuerpo técnico y jugadores cobardes. Vayan al frente". Finalizado los incidentes, la mayoría de los integrantes del plantel de Racing se retiraron sin hacer declaraciones, salvo Maximiliano Moralez, que habló a la prensa y dijo lo suyo: "Nos salga o no, nosotros siempre damos lo mejor y sabemos que esto se revierte ganando".

La crisis de Racing parece de nunca acabar. Está instalada en todos los aspectos del club. Desde el rango institucional hasta el futbolístico, todo parece formar parte de un gran barco sin conducción y a la deriva. Ya en la parte política, el gobierno de la provincia de Buenos Aires decidió este mediodía intervenir Racing Club, según indicó el ministro de Justicia, Roberto Casal. El nuevo interventor será el doctor Héctor García Cuerva, quien ya estuvo en esa función en el año 2000 y se rumorea que pedirá el fin del gerenciamiento. Su tarea deberá conseguir el consenso político necesario para pacificar al club, un objetivo para nada sencillo teniendo en cuenta la historia de Racing, ese mismo que ve con peligro su permanencia en la máxima división. De no creer...