La figura de Zlatan Ibrahimovic representa en sí las diversas características que por catálogo debe poseer un delantero en la actualidad. Corpulento, veloz, técnico y por sobre todo con un olfato de gol latente y certero, esas cualidades que lo transformaron en una verdadera pesadilla para las defensas rivales. Allí seguramente reside el secreto de este joven que nació en Malmo, Suecia y que tiene su madre croata y su padre bosnio. Con el correr del tiempo, Ibrahimovic ha logrado que su sola presencia sea indispensable en los equipos donde estuvo, tales los casos del Ajax, Juventus y en la actualidad vistiendo la camiseta del Inter. Sin lugar a dudas, este delantero de 27 años está pasando el mejor momento de su carrera profesional, consolidado en uno de los mejores conjuntos de Europa y a punto de lograr el Tetracampeonato en el Calcio de la mano del inefable José Mourinho. Su historia denota que, tras una interesantísima experiencia con la Juventus, que lo catapultó como uno de los mejores romperedes a nivel mundial, fue transferido al Inter, en épocas donde el Moggi-Gate estaba en su apogeo y el descenso para la Vecchia Signora era cosa juzgada y por ende debía transferir a sus principales figuras, entre ellas, claro está, Ibrahimovic. A pesar de haber llegado al Neroazzurro no hace tanto, es uno de los futbolistas más queridos por la afición, que siempre fue leal y gratificante hacia una de sus individuales más importante y que solo con su presencia es garantía de eficiencia frente al arco. A pesar del variado repertorio de delanteros que cuenta Mourinho, el nombre del sueco aparece como insustituible en la visión que propone el portugués para su equipo. Gol, talento y un progreso concreto posiblemente lo hagan catapultar al recuerdo de generaciones próximas. Así pasó Zlatan, otro elegido de Doble Cinco.
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