Lo lento del mercado de transferencias del fútbol argentino refleja que la crisis financiera mundial tiende a severos coletazos en la economía de los conjuntos europeos, que exceptuando los casos particulares del Real Madrid y Manchester City, ninguno porta con una billetera abultada para poder llevarse las mejores joyas de Sudamérica. Y las cuentas son simples: si no llega dinero fresco a las alicaídas arcas de las instituciones no se podrá incorporar para el próximo semestre. Este razonamiento implica comprender que más allá de las salidas de Rodrigo Palacio, Radamel Falcao, Diego Valeri y Javier Pastore, las cuales dañan severamente el nivel de nuestro fútbol, los costos de estas transferencias no pueden compararse a las cifras movidas en otras épocas. La plata que ingresará por Palacio sólo le servirá a Boca para ajustar algunas deudas con el plantel y finiquitar los arribos a préstamo de Federico Insúa y el chileno Gary Medel. River vive la misma situación con la baja de Falcao. Tapar agujeros financieros y preguntar por algunos futbolistas como Joaquín Larrivey para ver la eventualidad de que llegue prestado del Cagliari. Lanús, ya afianzado en su proceso de inserción de jóvenes proyectos, no sufrirá en demasía lo de Valeri, devaluado por sus desempeños en el último año, por culpa de una serie de lesiones que lo tuvieron a maltraer. Huracán apenas disfrutaba el 10% del pase de Pastore, aunque con su partida al Palermo le quedaron algunos dólares que empleará para quedarse con el 50% de Mario Bolatti.
Siguiendo esta lógica resulta incomprensible que jugadores en estadía por Europa resuelvan retornar a su país para cobrar infinitamente menos dinero y sin la seguridad de que ese pago se concrete. San Lorenzo, amén de la ayuda de Tinelli y cía, tomará a partir de ahora recaudos en la economía de la entidad, evitando la afluencia de contrataciones a préstamo del extranjero (Santana, Bottinelli, Solari, Fornaroli, Ledesma, etc) y situando un tope de $ 300.000 en los contratos del plantel profesional. De los Placente, D`alessandro y Barrientos a buscar futbolistas del ascenso como Maxi Ceratto (Defensores de Belgrano) y Marcos Brítez Ojeda (Los Andes) o la apuesta por Félix Orode, juvenil nigeriano.
La política en divisiones inferiores tendrá que profundizarse sí o sí en varios equipo. Si no se puede traer habrá que buscar abajo. No queda otra. Este proceso demandará tiempo y los resultados y el nivel en el campo de juego no serán para deleitarse, siendo una repetición de los últimos certámenes, salvo claro está, honrosas excepciones.
Siguiendo esta lógica resulta incomprensible que jugadores en estadía por Europa resuelvan retornar a su país para cobrar infinitamente menos dinero y sin la seguridad de que ese pago se concrete. San Lorenzo, amén de la ayuda de Tinelli y cía, tomará a partir de ahora recaudos en la economía de la entidad, evitando la afluencia de contrataciones a préstamo del extranjero (Santana, Bottinelli, Solari, Fornaroli, Ledesma, etc) y situando un tope de $ 300.000 en los contratos del plantel profesional. De los Placente, D`alessandro y Barrientos a buscar futbolistas del ascenso como Maxi Ceratto (Defensores de Belgrano) y Marcos Brítez Ojeda (Los Andes) o la apuesta por Félix Orode, juvenil nigeriano.
La política en divisiones inferiores tendrá que profundizarse sí o sí en varios equipo. Si no se puede traer habrá que buscar abajo. No queda otra. Este proceso demandará tiempo y los resultados y el nivel en el campo de juego no serán para deleitarse, siendo una repetición de los últimos certámenes, salvo claro está, honrosas excepciones.
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