De nada sirve

Por Adrián Pertoldi

Mano a Mano. En el clásico de Avellaneda, Independiente y Racing empataron 0-0 en la cancha de Vélez, en un partido sin emociones de ningún lado que la historia sepultará rápidamente. Fricción, lucha y escasas ideas. Argumentos que presentaron ambos conjuntos en dónde nadie mereció llevarse la victoria. El resultado fue justo, aunque no ayudó a ninguno de los dos. El Rojo se complicó en su lucha por ingresar a la Copa Sudamericana, mientras que los de Llop prácticamente están condenado a jugar la Promoción.

El entusiasmo desaforado que caía de ambas populares no pudo plasmarse de forma positiva en el campo de juego. El primer tiempo fue un resumen de lo que sería el partido en su totalidad: trabado en la mitad de la cancha, con pocas llegadas y mucha tensión. Los once de Borghi estuvieron más finos con el trato de la pelota, a pesar de su deficiencia marcada -ya se vio en otros partidos- de profundizar por las bandas, en la que tanto Machín como Fredes no logran consumir actuaciones convincentes. Por otro lado, en Racing se volvía todo cuesta atrás, ya que Navia y Sava pasaron desapercibidos, Chatruc se dedicó más a pelear que a dar soluciones y el debutante Fernández mostró más ganas que otra cosa.

La más clara fue a los 34, Machín tiró un centro desde la derecha, que Sosa dejó pasar en el punto del penal y Fredes, quien apareció por detrás, le apuntó al palo izquierdo. Era gol pero Franco Sosa la sacó de forma milagrosa en la línea. El segundo tiempo no cambió nada. Ingresó Daniel Montenegro por Sosa, pero fue un cambio sin suerte, debido a que el Rolfi terminó lesionado y no pudo continuar en cancha. En ese momento, Independiente se recluyó y le posibilitó a Racing acercarse al arco de Assman. A los 23, Navia abrió con Bonet y el paraguayo la mandó con Sava, quien le dio de manera dificultosa y estrelló el balón contra el travesaño. Fue lo único potable de la Academia en los 90 minutos.

Así se terminó el partido, como siempre suele suceder en los clásicos, ninguno arriesgó de más por las dudas si sufría algún revéss, sensación que en general conspira contra el espectáculo. Como pasó hoy en la fría tarde de Liniers.

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