domingo, 22 de marzo de 2009

"Jugadores que dirigen a los técnicos"

Interesante y por demás concreta resultó la columna escrita por la periodista Ángela Lerena en el Diario Crítica de hoy. El trasfondo existente entre las salidas de varios entrenadores de Primera y sus relaciones con los planteles marcan a fuego una época donde los conflictos no se resuelven en la intimidad de un vestuario sino que pululan en el ámbiente mediático, logrando inevitablemente que el botón de eyectar se oprima sobre los técnicos que se sienten sin el suficiente respaldo dirigencial (caso Comparada en Independiente) y mucho menos el de sus propios dirigidos.

"Miguel Ángel Santoro no renunció al puesto de entrenador de Independiente por culpa de los resultados. Pepé se alejó porque sus dirigidos ya no le respondían. “Cuando la batalla es desleal, es mejor irse”, dijo. Su despedida de los jugadores, con el lacónico “sé que no me quieren”, fue elocuente.

¿Qué pasa? ¿Los jugadores de Independiente son camarilleros? Se trata de un fenómeno común: hoy, los que mandan son los futbolistas, no los técnicos. Bastaría con preguntarle a Alfio Basile, quien debió dejar la Selección porque Lionel Messi, el Kun Agüero y compañía ya no lo querían. O a Leo Astrada (Estudiantes), Juan Manuel Llop (Racing) y Gustavo Alfaro (Central), por nombrar sólo la lista más fresca de entrenadores que perdieron su trabajo por acción u omisión de sus dirigidos.

Y, en esto, sí tienen la culpa los resultados. O, mejor, los resultadistas. Porque los técnicos, y sus proyectos, se han vuelto tan descartables que los jugadores ya no los valoran. ¿Alguien puede sentirse consustanciado con la causa de un DT que tal vez dure cinco partidos? ¿No es lógico que el futbolista desprecie un rol al que no respetan los dirigentes ni los propios técnicos, que sobrevuelan como buitres los clubes de los colegas que penden de un hilo? Sí, es lógico. Lo que habría que cambiar es la lógica entera: ni dictadura del resultado, ni entrenadores descartables, ni futbolistas caprichosos. Que jugar en equipo incluye, también, ponerse la camiseta del DT".

1 comentario:

El Cronista Deportivo dijo...

¿Estamos en la era de las dictaduras de los jugadores? Parece que si. Y de la complicidad de la dirigencia, claro. Casos en nuestro fútbol, sobran. Para los clubes es tan fácil cambiar de DT que me parece que no se llegan a analizar muy bien todos los aspectos en la contratación de un DT. ¿Quién es el idóneo para este club o para este plantel? ¿Qué fútbol juega? El caso Alfaro en Central, por ejemplo, o Vivas en Argentinos.
¿No funciona? Lo echamos y traemos otro. Sin ir más lejos, ¿era La Volpe la continuación lógica de Basile para Boca? En absoluto.