domingo, 10 de agosto de 2008

Camino al andar


Adrián Pertoldi

Cómo costó. Finalmente Argentina consiguió el pasaje a los cuartos de final de los Juegos Olímpicos que se están desarrollando en Beijing al vencer al combinado de Australia por 1 a 0 con gol de Ezequiel Lavezzi cuando restaban 10 minutos para el final. En horas tempranas de nuestro país (aproximadamente a las 6:00) se pudo observar el partido, que mostró en el primer tiempo demasiadas lagunas en el conjunto nacional, en donde el tándem Messi - Riquelme funcionó a cuentagotas y por ende dificultó la tarea de abastecimiento tanto a Lavezzi como Aguero, los delanteros que plasmó Sergio Batista para este cotejo.

Durante los 90 minutos, Argentina mantuvo el control de la pelota, no corrió riesgos defensivos y llegó con claridad al arco australiano pero careció de puntería en los metros finales. Válido el ingreso de Di María por un inexpresivo Aguero en el segundo tiempo, cambio que le otorgó más frescura a la selección olímpica. Como había ocurrido contra Costa de Marfil, el volante del Benfica sigue sumando porotos en la consideración del técnico para formar parte del once titular.

La postura del rival fue ciertamente enigmática. Plantada de forma correcta en el campo de juego reaccionaba con tibieza en el mediocampo y en la zona ofensiva, que posibilitó que la actuación de Oscar Ustari no pueda ser clasificada ya que ni tuvo chances para demostar lo suyo. Generaba esa sensación de que si perdía por 1 a 0 era el mejor resultado. Caso extraño por dónde se lo mire.

Con el transcurso del complemento aparecieron algunos huecos prominentes en la parte defensiva del equipo amarillo, sitio aprovechado por Riquelme, Messi y Lavezzi, que con el aporte de Di María pudieron darle el tanto de la victoria a Argentina. De un jugada con toques rápidos e inapelables, llegó el centro del ex Rosario Central para que Lavezzi conectara con su botín derecho y desatara la locura en el banco nacional. Otro apéndice necesario será resaltar la actuación del delantero de Nápoli, quien había tenido una actuación opaca en el debut y que en el día de hoy pudo desarrollar el inagotable talento con que cuenta.

A partir de ahí, se produjeron algunos cambios, entre ellos el ingreso del mediocampista del Bayern Munich, José Sosa y Lautaro Acosta, con el fin de dejar correr los últimos minutos. Argentina sigue sin demostrar juego de alto vuelo teniendo en cuenta las brillantes individualidades con las que cuenta pero las victorias lo hacen seguir con el crédito abierto. Como diría el poeta Antonio Machado: se hace camino al andar...

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