Salando heridas

"He sido muy gentil y me han hecho pelota todos los días. Para que seguir así. Igual es muy difícil criticar sin herir”.

Frontal. Como siempre. Con estas palabras Claudio Borghi se refirió sobre el trato que ha recibido por parte de la prensa desde su llegada como técnico a Independiente. Al ex Colo Colo le podrán criticar diversas cuestiones futbolísticas, salvo la sinceridad que plasma cada vez que tiene un micrófono. Aquí soltó la lengua y arremetió contra cierto sector del periodismo que lo responsabilizó en los últimos encuentros por configurar al equipo de un modo defensivo, y de esta manera, posibilitar que el rival obtenga el predominio del partido.

Independiente no tuvo una buena semana, tras el empate que sufrió en el clásico ante Racing en los últimos minutos y que desencadenó que tres socios ubicaran una bandera expresando que dicho partido se ganaba con más "actitud", lo que a su vez trajo como consecuencia un enojo airado por parte de los futbolistas. Idéntica muestra de reproche se había demostrado durante el proceso anterior comandado por Pedro Troglio tras un empate con Boca en la mismísima Bombonera. Si a esto se le agrega la eliminación temprana de la Copa Sudamericana a manos de Estudiantes, se genera un marco para nada propicio en pos de comenzar del mejor modo este incipiente Apertura 2008.

Hablando sin medias tintas, podemos afirmar que sin ningún tipo de dudas el fútbol que está generando el Rojo, con sus incorporaciones de fuste, no es el que espera una hinchada acostumbrada a otra clase de paladar. También es válido recordar que haber comenzado la pretemporada de modo tardío por la gira a EEUU está provocando marcadas deficiencias físicas para sostener el ritmo durante los 90 minutos, en especial sobre el final. Estudiantes y Racing, dos casos que se repitieron en menos de 5 días.

Borghi, fiel a su costumbre, dijo lo que sentía y descargó artillería pesada contra los medios de prensa, sólo testigos y transmisores de una realidad que no es la que se soñaba al principio. Simplemente se equivocó de enemigo, o tal vez no lo haya, y simplemente realizar una buena autocrítica y volcar en el trabajo diario los errores que aparezcan.