Se quedó sin butaca

Se fue. Tras consumarse la prórroga a los clubes de la Capital para poder acondicionar los estadios sintió que su trabajo no tenía sentido y decidió irse. Javier Castrilli renunció en el día de ayer a su cargo al frente de la Subsecretaría de Seguridad en Espectáculos Futbolísticos que funciona bajo la órbita de Aníbal Fernández, ministro de Justicia y Seguridad. Las diferencias de criterios entre ambos resultaban insalvables para poder coordinar un trabajo conjunto en pos de que se brinde más seguridad en las canchas porteñas.

La historia dictaba que el plazo de un año se vencía para las instituciones, las cuales habían prometido completar con butacas la totalidad de sus estadios. Sin embargo, en las últimas semanas se pidió otra prórroga de un año para alcanzar este objetivo. De modo sorprendente, el ministro Fernández aceptó esa propuesta y desautorizó lo ejecutado por Castrilli, férreo defensor a que se concluyera lo pactado anteriormente.

Boca, River, San Lorenzo, Vélez, Huracán y Argentinos alegaron cuestiones netamente financieras para no cumplir con ese objetivo. Además fuentes ligadas a esos clubes expresaron la honda preocupación que tienen sobre el efecto financiero que acarrearía una reducción de gente en las canchas. Fernández, quien apoyó al Sheriff en los peores momentos de su gestión, le soltó la mano justo en un tema primordial en la agenda del ex árbitro.

En breve resumen la gestión de Castrilli tuvo diversos altibajos que no lograron parar la violencia que se palpa continuamente en el fútbol argentino. Prueba de ello resultan las tres muertes ocurridas en los últimos tiempos que no tuvieron solución judicial. La primera fue la de Fernando Blanco, el 3 de julio de 2005, un hincha de Defensores de Belgrano que falleció en el marco de los incidentes ocurridos tras el partido entre Chacarita y ese equipo. La segunda es la de Marcelo Cejas, asesinado el 25 de junio del año último, a la salida de un partido entre Tigre y Nueva Chicago. El último suceso lamentable ocurrió el 15 de marzo último, con el crimen de Emanuel Alvarez, el hincha de Vélez asesinado de un balazo cuando se dirigía, con los ómnibus de su club, a ver el partido ante San Lorenzo.

Fuente: La Nación