El día después de la consagración de River inevitablemente los flashes se los lleva un sólo futbolista: Diego Buonanotte. El enano fue el partícipe más considerable y eficaz en el conjunto de Nuñez para la obtención del Torneo Clausura 2008, ya que es el goleador del equipo con nueve tantos y factor vital en la victoria de ayer por 2 a 1 ante Olimpo, en la cual marcó los dos goles y que permitió conseguir el certamen tras el empate sin goles de Estudiantes ante Colón.
Buonanotte, con apenas un metro sesenta de altura y 65 kilos, provocó que su zurda endiablada, sumada a una velocidad cuasi supersónica y una pegada envidiable, lo transformaran en un verdadero enigma para los defensores rivales que no saben cómo ni por dónde marcarlo. Merito también el del técnico Diego Simeone, quien confió en sus condiciones y le dio la titularidad que el juvenil de Teodolina tanto anhelaba. Su puesto no fue el de enganche, posición que había cumplido sin éxito durante el proceso aciago de Daniel Passarella, sino que se volcó a la izquierda como una especie de puntero con llegada asidua al gol. En ese lugar se entendió de maravillas con Ariel Ortega (genio y figura a pesar de todo) y constituyeron una dupla de talento, goles y gambetas por doquier.
Otro aspecto para resaltar es que a través de sus goles, River consiguió triunfos valiosos que a la postre le darían el campeonato. Veamos: victorias ante Lanús y Huracán (ambos por 1-0), San Martín de San Juan (3-2), Gimnasia y Esgrima La Plata (4-2) y Argentinos (4-2, con dos del Enano) y la de ayer ante el equipo bahiense.
Foto: Gentileza 26 Noticias
2 comentarios:
Comparto lo del enano y además lo de Carrizo, fundamental Saludos
Gracias Tomas
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