martes, 22 de julio de 2008

La segunda Gran Willy


Por Eduardo Bolaños
eduardotenis.08@gmail.com

Por estos días se está disputando el Abierto de Canadá, el sexto de los nueve torneos que conforman los Masters Series de cada año en el calendario. Con 28 años de diferencia, fue testigo de dos grandes momentos para el tenis de nuestro país.

En 1974, el año de su gran despegue internacional, Guillermo Vilas disputó la final del certamen ante el español Manuel Orantes. El argentino ya había ganados los dos primeros sets y en el primer game del tercero, su rival lo pasó con una pelota alta, que “Willy” corrió hasta el fondo de espaldas a la red. La dejó picar, la midió y allí ejecutó un disparo certero por entre sus piernas, que descolocó a su rival.

La pelota picó junto a la línea, permitiéndole ganar el tanto, en medio de una enorme ovación, coronada por la reverencia que le tributó Orantes, arrodillándose aún al lado de la red. Fue la primera con registro, de un tiro que el había inventado en Mar del Plata y que con el paso del tiempo sería una marca registrada: La “Gran Willy”.

Pasaron los años, las generaciones y los adelantos técnicos, pero la ciudad de Toronto iba ser el escenario para otro hito del tenis nacional. En julio de 2002, la legión argentina comenzaba a pisar fuerte en el circuito, pero todavía no había podido festejar en grande en un Masters Series o Grand Slam. El 29 de ese mes se inició el torneo canadiense, donde Guillermo Cañas cumpliría una labor fantástica, derrotando a los mejores del planeta (tres de ellos alcanzaron el 1ª en sus carreras y otro el 2ª), que bien podríamos denominar la segunda “Gran Willy”. ¿Te acordás? Fue así.

En primera rueda le tocó enfrentar a quien era el número 10 del mundo, un tal Roger Federer, que ya insinuaba todo lo que haría en las temporadas venideras. “Willy” jugó con aplomo y seguridad para llevarse el cerrado partido por 7-6 (10) 7-5. En segunda aplastó a Paradorn Srichaphan (siempre duro en canchas idem) por 6-2 6-1.

En octavos se midió con el 5ª preclasificado, el complicado Yevgeny Kafelnikov, que nada pudo hacer ante el aluvión Cañas: 6-2 6-2. Ya estaba en cuartos, cumpliendo su mejor labor en un torneo de este tipo. Allí lo esperaba otro ruso, Marat Safin, con quien se planteó una gran batalla. La devolución del argentino estaba en su mejor momento y esa fue la clave del 7-5 6-3 final que lo instalaba en la semi ante el número 3, Tommy Haas.

Una soleada tarde fue el marco ideal para el choque. Cañas se llevó el primer set por 6-4, pero cedió el segundo por 6-3. En el arranque del tercero, el alemán estiró su buen rendimiento y quebró el saque de “Willy” en el inicio. Parecía que todo estaba dicho, pero la garra de Cañas afloró en el instante exacto, para igualar en 5. Siguieron en paridad hasta arribar al tie break.

Otra vez Haas con ventaja y parecía que allí quedaban los sueños del argentino, que sin embargo se recompuso para ponerse 6-5 con un milimétrico passing sobre la línea. Lo definió aprovechando una devolución larga del alemán.

El final, Andy Roddick, número 12 y la gran esperanza por aquellos años del tenis estadounidense. Cañas se llevó el primero por 6-4 y en el segundo llegaron cada uno con su saque hasta cinco iguales. Roddick falló en ese momento con su mejor arma y la devolución de Willy no perdonó: quebró en 0 y luego lo cerró con su servicio, para darse el gran gusto de levantar la copa de un Masters Series.

Por el tipo de certamen y por la calidad de los rivales a los que derrotó, un torneo inolvidable, para el y para un tenis argentino que empezaba a jugar en serio en las ligas mayores. Sin dudas, la segunda Gran Willy.

3 comentarios:

Círculo Sports Radio dijo...

Una pena lo de willy. Vi gran parte del partido, y sustancialmente, la diferencia estuvo en la potencia de los envios de uno y del otro. Soderling pegó fuerte, como es costumbre, y willy solo se defendió. Ahora, solo con el fisico no alcanza, hay que meterle técnica a la cosa, porque si jugas defensivamente, perdés.

un abrazooo de circulo sports

Anónimo dijo...

Una lástima que Willy esté en los úiltimos momentos de su carrera. Muy buena la nota para recordar un gran momento de nuestro tenis. No sabía que la de Vilas había empezado allí.
Sigan así.
Juan José Aguilera

Martín Sachella dijo...

siempre me gusto nasuti..una pena..creo q es mejor que cabral..pero el cholo debe saber porque..

saludos..AH: VOY A PONER UN LINK A LA ENTREVISTA EN MI BLOG.

grax