Mal chiste

Por Jorge Viale
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Habíamos marcado que el interés por la sede de la final de la Davis había tomado dimensiones políticas inmensas. Ahora, las más altas esferas diplomáticas entran en escena.

El embajador de España en nuestro país, Rafael Estrella, escribió en su blog un informe risueño sobre la carpeta indoor. Lo que en un principio puede parecer un texto descontracturado, bromista, termina pasándose del otro lado. Como cuando dice:

“Los jugadores argentinos tampoco han aportado información relevante (sobre qué es una carpeta indoor): según el cordobés Nalbandián, ‘toda Córdoba es una gran carpeta indoor’; para del Potro, ‘es como lo del orto, pero con vaselina, más rápido y limpio que el polvo de ladrillo’; Cañas (con el que nos solidarizamos desde aquí) sólo acierta a decir: ‘¡era un Mercedes 500!’”.

Y continúa: “Cunde el nerviosismo: ayer fue retenida en el aeropuerto una valija sospechosa etiquetada ‘indoor carpet’. El propietario, procedente se Siria, protestó a gritos, creando un tumulto que provocó escenas de pánico. Fue puesto en libertad vigilada tras declarar: ‘es una alfombra para el salón’; luego añadió: ‘muy buena alfombra, es persa, iraní’ y fue arrestado nuevamente para ser interrogado”.

Pero lo más flojo del texto de Estrella no está allí. Y acá el tema pasa por la opinión de cada uno. Sobre el final, el Embajador dice: “En cuanto al lugar, me parecerá bien lo que decidan la Federación argentina y la organización de la Davis. Lo importante es disfrutar y ver buen tenis. Sólo pediría que tenga una puerta grande, como la de las Ventas (donde se jugó la semi con Estados Unidos), por si hay que sacar a hombros a Nadal (y otra alargada para que quepa del Potro sin golpearse el cráneo)”.

Hablar de una puerta grande para sacar gente, hoy, en pleno juicio por Cromagnon, me parece desubicado, y más para una persona de su cargo.

Seguramente no fue su intención, pero como bien aporta un amigo especialista en comunicación: “los sentidos se completan en el momento de la recepción. Si una persona lee de ese modo el asunto de la puerta, es porque es dable pensarlo, aunque no sea: a) la intención, b) conciente y c) lo que quiso escribir”.