sábado, 24 de mayo de 2008

Gusto a poco


Esa es la sensación general que dio el seleccionado argentino Sub 23 que venció por 1 a 0 al combinado de Cataluña con gol de Ezequiel Lavezzi en el complemento. El encuentro se disputó en un Camp Nou repleto de argentinos, que se hicieron sentir desde principio a fin. De esta manera, el equipo comandado por Sergio Batista realizó su segundo cotejo de preparación, luego de la goleada por 5 a 0 ante Guatemala, el 7 de febrero último, en Los Angeles.


Refiriéndonos a lo estrictamente futbolístico, es válida y merecida la victoria, aunque el rendimiento colectivo no tuvo demasiadas luces, ya que las actuaciones de Lionel Messi, Sergio Agüero y Gonzalo Higuaín no fueron convicentes y pudieron entrar poco en juego. El más claro fue Lavezzi, quien fue una verdadera pesadilla con su velocidad para la defensa catalana y lentamente se está ganando un lugar en la nómina para ir a Beijing. La idea original de Sergio Batista se basaba en plantear un equipo netamente de tinte ofensivo. Sin embargo, pese a algunas combinaciones aisladas, se lo notó falto de pausa, muy vertiginoso sin sentido y por momentos con jugadores propensos a hacer la individual.


Por su parte, su rival se vio sensiblemente disminuido por las ausencias de algunos de sus referentes habituales, como los jugadores del Barcelona Xavi y Puyol, que están con el seleccionado español, preparándose para la Eurocopa, o el joven Bojan Krkic, quien no fue convocado. No obstante, el rendimiento fue irregular durante los noventa minutos, a excepción de los primeros quince minutos de la segunda parte en la que llegó con mayor claridad al arco defendido por Oscar Ustari.


Las chances más claras en el primer tiempo fueron un cabezazo desviado del Kun, tras un centro de Lavezzi, y un sorpresivo remate de Messi que fue contenido por Valdez. Como marcamos anteriormente, mejoró Cataluña en el arranque del segundo tiempo pero poco a poco Argentina fue solucionando defectos en todas sus líneas y pudo abrir el marcador. A los 28 minutos, Ezequiel Lavezzi recibió un defectuoso remate de Lucas Biglia, que recién había ingresado por Messi, y definió con un fuerte disparo.


Ahí se cerró el partido. Argentina manejó los últimos minutos a su antojo y se quedó con el triunfo. Pero dejó en evidencia diversas fallas en el funcionamiento, las cuales seguramente Sergio Batista habrá tomado nota para que no se vuelvan a repetir. Más aún que Beijing está más cerca que nunca...

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