miércoles, 14 de mayo de 2008

Salando heridas


Después de su controvertida frase sobre una marcada frialdad de la parcialidad de River al consumarse el descuento de San Lorenzo en el recordado partido del jueves pasado, Oscar Ahumada dialogó nuevamente con la prensa y esbozó una cierta autocrítica sobre sus dichos: “Sentí decir eso. Aunque no lo volvería hacer, muchos me felicitaron y me dijeron que estuve bien", pero enseguida aclaró: "Me equivoqué al generalizar, pero esos hinchas nos compararon con Boca y eso me dolió como jugador y como hincha de River, porque yo dejo todo por esta camiseta".


"Pido perdón por las formas, quizás no supe expresarme de la mejor manera. No soy escritor, soy jugador de fútbol", aseguró el volante central, que por decisión del técnico Diego Simeone será titular en el trascendental encuentro ante Independiente. Habrá que contemplar la reacción de los hinchas hacia el jugador, un referente de peso en el plantel, pero que a través de estas declaraciones se puso en el centro de todas las críticas.


“Hubo hinchas de River que dijeron que nosotros no teníamos los huevos ni la actitud copera de los de Boca. Y eso me dio por las bolas. Sé que el hincha que alentó el otro día cuando un grupo empezó a cantar contra nosotros, lo va a entender. A esa gente le pido que entienda el mensaje. Y el que no lo sepa entender espero que acepte las disculpas", marcó el ex Wolfsburgo en un intento de explicar sus declaraciones, que cayeron de la peor manera en los hinchas millonarios, quienes exigieron en diversos blogs que el jugador se vaya de la institución.


Recordemos que Ahumada tiene que renovar su contrato a fin de año y desde diferentes fuentes dirigenciales se vislumbra que no se le prorrogará el mismo, ya que su ciclo en el club está cumplido. Ahora tienen una razón más.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ahumada dijo lo que tenía que decir, se sacó el cassette que muchas veces pedimos que se saquen. Lamentablemente, la popularidad del fútbol no va a permitir que sucedan cosas semejantes. Estuve en la final de la Libertadores 96 en la popular de River, y hasta el minuto 94 la gente no se animó a cantar. Es una característica del pueblo millonario. San Lorenzo, Racing y Boca (de local) son hinchadas ruidosas, River está sumergido en otra realidad que encima no es acompañada con alegrías desde hace años.